LA NIEVE DE CUBA ES CALIENTE
Llega YuYu con un rollo de papeles envolviendo el móvil, y con los auriculares puestos. Buena señal, está inspirada, está “tlabahando con el celebro”.
-Ayer conocí a un poeta cubano, no de ahora porque murió en mil novecientos treinta y cuatro, pero que vivió una época muy interesante para Cuba porque nació en mil ochocientos sesenta y uno; o sea que la guerra dela independencia le cogió joven. Fue muy gran figula, figura de la política, y juez, y alcalde y poeta. Y un poema suyo me llamó la atención, por el contenido y pol la folma, forma.
-De verdad, YuYu, me encanta tu forma de aprender nuestro idioma,- dice El Redactor– pero si el poema es largo, no lo leas por favor, haz un sacrificio y pásalo a alguien que no se desgarre entre la ele y la erre.
-Y, aún mejor,- dice la Catedrática Pelirroja,- si es largo, podemos leerlo entre todos: estrofas por aquí, estrofas por allá.
Como a Yuyu le parece fenomenal, nos da los folios para que hagamos nuestro parecer. Tenemos a Malena, a Marta,que son profesionales de teatro. A la Actriz de televisión. A la Periodista Comprometida, (la P.C). A El Redactor. Al Actor de Televisión. Tenemos a Palka, que no se me olvide. Yo creo que puede quedar ameno. Pero, aún no le hemos echado un vistazo.
-Pelo, pero al menos me dejáis que diga qué cosas fue, cargos que tuvo, porque palece mentila que una sola persona pueda hacel tantas cosas.
-Y el nombre, tendrás a bien decirnos.
– Se llamó, o se llama Alfredo de Zayas y Alfonso. Y fue jurista cubano, orador, poeta y también político. Juez y fiscal, alcalde de La Habana, senador. Plesidente del Senado y no me acueldo de más. Ah, presidente dela República recién estrenada. Y como me gusta compaltil lo que sé, he traído un poema suyo, y así lo conocemos todos. Empieza la Catedrática Pelirroja, venga:
–Cuando la nieve en copos descendía/ tendiendo en la pradera su albo manto,/sentí que el corazón se me oprimía/ y que brotaba a mi pupila el llanto./Hijo de tierra que, en verdor eterno,/ con torrentes de luz que el sol inunda,/el pálido fantasma del invierno/ vierte en mi seno postración profunda./ Yo no puedo vivir en donde el hielo/aprisiona el arroyo en sus cristales;/ y el plúmbeo tinte del nublado cielo/no traspasan los rayos siderales.
–Yo no puedo vivir, ni encuentra el alma/encanto alguno a la natura hermosa,/ sin oír el murmullo de la palma,/ y el doliente plañir de la tojosa./Sin contemplar nadando en la cañada/ cual góndolas ligeras los huyuyus;/ y en la noche, la ceiba, salpicada/de estrellas fulgurantes, de cocuyos./ Cuándo a ver tornaré, de gozo lleno,/el arco verde que en la azul llanura,/ del Anáhuac en el profundo seno,/ traza de Cuba la gentil figura!/ Virgen que duerme en lecho de zafiros/en su túnica envuelta en esmeraldas,/y la arrullan las brisas con suspiros,/y juegan las espumas con sus faldas./
–Tierra cubana, con estrecho abrazo,/ guarda el polvo mortal de mis mayores,/dormidos de la madre en el regazo,/bajo el fresco follaje de sus flores!
–Cielo cubano contemplé en mi cuna,/el mismo que mis hijos contemplaron,/ y amar la patria sobre cosa alguna/ los paternales labios me enseñaron!/ Cómo no he de anhelar en la honda entraña/del suelo amado reposar un día,/ sin que cabe mi fosa mano extraña/ ni cubra mi sepulcro nieve fría!/
–Triste presentimiento que me asalta/ y en nostálgico mar me precipita..!/ Toda esperanza al corazón le falta/ y en convulsivo horror mi corazón agita!/ Se me antoja pensar que en invernales/noches, la nieve, con helados besos,/ empapará los lienzos funerales,/y en su sepulcro germinarán mis huesos…/
–Quiero morir oyendo del solivio/ el alegre piar en la yagruma,/ y sintiendo en la frente el rayo tibio/del sol que rasga matutina bruma./ En la margen florida de Almendrares,/que nunca agosta el aterido invierno,/el inefable son de los palmares…/allí anhelo dormir mi sueño eterno/
–Allí dormir! Dormir hasta el instante/ en que irradie en el cielo el primer lampo/del sol de libertad, que fulgurante/seque la sangre que matice el campo./
–Pueden entonces en el mármol yerto/golpear mis hijos con tremendas manos./Y clamar cual si oyera el padre muerto:/ YA ES LIBRE CUBA, Y LIBRES TUS HERMANOS!/
–No podrá ser que el padre les responda./Pero, acaso, de gozo enardecidos,/ en lo profundo de la cripta honda/ se agitarán mis huesos carcomidos./
–El pálido fantasma del invierno…/ Yo evoco a Cuba, ante ella me prosterno,/ y dejo que en silencio corra el llanto….
Después de un silencio espeso y conmovido, la Actriz de Televisión dice:
-Es un soliloquio pero te introduce, con él, en lo que ve y siente. Hace que participes en sus sentidos y en sus sentimientos.
– Cuando lo leí,- dice YuYu– pensé en el concepto de patria, que tanto une, y tanto separa a las personas. Casi diría que lo odio. La Tierra es de todos.
-Yo comprendo que se ame el lugar donde se ha nacido y se ha hecho, con libertad.
-Eso suena a Esquilache. Lo que vale es la libertad.
-Sí, eso más o menos quería decir.
-Resulta muy emotivo eso de: “Tierra cubana, cielo cubano”, que ha leído Malena.
-Y el miedo a la tierra fría cuando muera. No olvidemos el sol del Caribe.
-Y de la estrofa que ha leído Palka: “Ya es libre Cuba y libres tus hermanos!” Qué énfasis le has puesto!
-Es que lo hemos tenido que decir muchas veces en Polonia.
– Al final,- dice la P.C. la libertad y a patria son términos muy relativos. Yo amo a Latinoamérica. Y pienso: se vieron libres de los peninsulares, muy bien. Pero, en dos siglos, han aprendido a ser libres de ellos mismos?
Silencio. Bebemos un sorbo de vino. Como para disimular. Ojazos se cubre la cara con sus alitas.