Rueda la montaña rusa,
la montaña loca.
Rueda la rueda
de carcajada;
rueda para nada.
Polvo azul, cósmico,
daliniano;
barro azul y amarillo
arropando muñecos
llenos de muelas,
de muecas,
de uñas, de soberbia.
Mesías a millones,
para nada.
Ruedan la rueda
y los líderes
y los panfletos
y los poemas para “el pueblo”
pegados en las paredes
de la ciudad.
Iluminados y soberbios,
polvo azul, cósmico,
irremediable, de carcajada.
Rueda la rueda
para nada.
“Prometeo Apollinaire”:
Llega la noche, la hora suena,
resuena y retumba
la hora de la pena,
de la pena honda y oscura;
la noche de la noche de la pena.
Llega la nada, lo tan solo
que es menos que nada;
el misterio que se hunde y mata
y se hunde tan suave
y nunca mata.
Y aquí estoy de noche,
en la hora que suena,
con bastante vida siempre
para sentir tanta pena.
José Agustín Goytisolo, 1928-1999: “Palabras para Julia”
Tú no puedes volver atrás
porque la vida ya te empuja
como un aullido interminable.
..
Te sentirás acorralada
te sentirás perdida y sola
tal vez querrás no haber nacido.
Entonces siempre acuérdate
de lo que un día yo escribí
pensando en ti como ahora pienso.
La vida es bella, ya verás
como a pesar de los pesares
tendrás amigos, tendrás amor.
Un hombre solo, una mujer
así tomados de uno en uno
son como polvo, no son nada.
Pero yo cuando te hablo a ti
cuando te escribo estas palabras
pienso también en otra gente.
…
…
Nunca te entregues ni
te apartes
junto al camino, nunca digas
no puedo más y aquí me quedo.
…
Y siempre, siempre acuérdate
de lo que un día yo escribí
pensando en ti, como ahora pienso.
El universo poético da para mucho. Es posible, Antón, eso que dices. Yo creo que sí.
Me equivoco, o hay una cierta correspondencia entre los autores. Como si pensaran el uno en el otro. Si fuera posible, claro.
Hasta aquí han llegado unos interrogantes muy sorprendentes.
No, las dos primeras composiciones no son de Goytisolo. Noooo. Él se ha reído un poco cuando se ha enterado. Suele venir al Salón, de incógnito.
Gracias por traernos, como siempre, las más bellas palabras, prosa o poesía, propia o ajena.
Es una comunión. Un gustazo, reunirnos en el Salón.